mein deutscher Freund

Esta es una primicia dado que son las primeras imagenes online de la obra de Tom Xylander, un gran amigo que vive en Munich pero que suele estar de visita algunos meses en México dónde se hizo pintor y dónde aprendió la técnica del grabado del maestro Miguel Alvarado. La inquietud artistica ya le había nacido en Europa pero aquí en México cambio su visión del color; así como Paul Klee lo descubrió en Tunez. Tom pertenece a esa tradición de artistas viajeros como Jean Charlot dónde ese surrealismo de nuestra tierra despierta sus más hondas sensibilidades pictóricas. Lo conocí en la glorieta de Insurgentes por medio de Monica, su compañera de entonces, en el centro CAUSA JOVEN, alrededor de 1998. Nos hicimos grandes amigos y camaradas. Como buen europeo su obra esta llena de geometrismos y un neofigurativismo, pero en su sangre corre también la alegria festiva del griego e impregnado de un color mexicanizado. En su obra hay paisajes urbanos, místicos, desérticos, animales sagrados, inclusive la selva que imaginó Henry Rousseau. También intenta captar el estado de ánimo de una sociedad occidental que entra en un nuevo siglo y no sabe como hacerlo. Desde 1995 atravesando continentes decide en México volverse productor artístico. Tom es especial dado que no usa celulares, no usa msn, se apena si le tomas una foto digital, casi no escribe por e-mail, reacio a la tecnología no cree en el yo digital, en la presencia virtual, ni en la tecnoinformación, así que al escribir de él aqui le estoy haciendo un lugar en el cyberespacio. Inclusive cuando está en la Ciudad de México se inquieta mucho, es demasiado vértigo para alguien que nació y creció en una población pequeña en Alemania. Prefiere la paz de la provincia mexicana. Para él, el Distrito Federal es caótico y lleno de gente egoísta, pero ni hablar así son las grandes urbes, por eso los urbanistas hablan de una tendencia mundial a las ciudades medianas. Es curioso pero Tom podría pertenecer a esa generación nómada de la que habla Jacques Attali en su L'Homme Nomade, el filosofo francés habla de un nuevo nomadismo digital, una clase privilegeada de nómadas tecnológicos, y vaticina el fin del último imperio sedentario: nuestros primos del norte; el sedentarismo y el nomadismo marcaron el principio y fin de las civilizaciones según Attali. En el caso de Tom y de gente joven que conozco, es un nomadismo psicológico: Es que nunca estoy en el mismo lugar por mucho tiempo, me dijo hace poco una mujer, ella sabe quién. Para que vivir en el mismo lugar por siempre? Espero que no se moleste pero su obra merece ser vista. Tom es arquitecto en paisajes, diseñador, grabador, pintor y fotógrafo, graduado en su Alemania natal, no importa que hables con él en alemán, inglés o español de todas maneras te daras cuenta que es un gran ser humano.