Impactando al ojo y disparando a la mente.
En 1998 escribi un artículo para la legendaria revista MATIZ, era un especial de ilustradores, participaron también Fabricio Vanden Broeck, Ricardo Peláez, Luis Pombo, Adrian Rubio, Julio "El Valiente " Carrasco, Edgar Clément, Alain Espinoza, Alberto Caudillo, Eduardo Salgado, Israel Mejía y Marco Antonio Patiño. En este número se trató de dar una idea de como se situaban los ilustradores dentro de las artes gráficas y la comunicación visual. La dirigía Alvaro Rego quién ahora esta muy ocupado con el Museo Mexicano del Diseño. El director de arte era el no menos conocido Domingo Noé Martínez.
Hace poco pase de curiosidad a un examen profesional en la ENAP y grande fue mi sorpresa al ver que mi texto fui citado en la tesis de Ivan Mosqueira (el alumno a examinar) y utilizado como introducción de su presentación. Tuve noticias por parte de uno de mis maestros, Jose Luis A. Heredia, de que otras dos tesis habían citado mi artículo para MATIZ. Así que en vista del "éxito " del texto y de que algo tenía que ha sido útil a la comunidad de la ENAP; decidí subirlo a la World Wide Web para que pueda ser leído en el cyberspace. A pesar de que tiene varios años que lo escribí, creo que maneja conceptos que aún son vigentes.
IMPACTANDO AL OJO Y DISPARANDO A LA MENTE
Como profesional de la Comunicación Gráfica colaborando en revistas, periódicos, libros y otros proyectos, siempre me ha gustado porqué mi gusto por la ilustración, cuál es mi punto de vista de ella y su relación con el diseño gráfico.
Durante mi formación académica en la universidad, sentí atracción por la ilustración como disciplina y sus roles en el universo gráfico que nos rodea, un buen motivo era la facilidad y el misterio que hallaba en el dibujo. El acto de dibujar a nivel mental implica un conocimiento y percepción del mundo y sus cosas., lo cual resulta sumamente interesante. Nuestro pensamiento puede tornarse intuitivo, concreto, espacial, holístico, sintético, divergente y analógico, cualidades que nos facilitan la percepción del diseño. El culpable es el hemisferio derecho del cerebro.
En cuanto a estilos, conocí primero el hiperrealismo, sus malabares técnicos impresionan a más de uno, pero navegando en mares más ricos e interesantes identifiqué a mi profesión como sinónimo de creatividad, diseño y comunicación. Estos son los ricos matices de nuestro quehacer profesional y que como seres humanos colman nuestra vocación.
Así que busque que mis ilustraciones tuvieran estos tres aspectos. El área editorial era un buen sitio para comenzar, ya que es muy receptiva a nuevos estilos o propuestas más abiertas a otros conceptos. La ilustración conceptual los resumía perfectamente.
Colaborando en revistas y periódicos tengo la oportunidad de crear, externar una opinión visual, inclusive utilizar una imagen en contrapunto al texto.
Además tengo que actuar como un comunicador auténtico: de nada sirve que una ilustración bonita y decorativa si no m e resuelve el problema de comunicación y no le proporciona una idea al lector. Hay ilustraciones muy bonitas, pero que no comunican.
La ilustración de ideas se basa en un ámbito totalmente comunicativo; su poder visual reside en atrapar el ojo del espectador y enseguida disparar su mente. La imagen debe de ser de tal naturaleza que haga provocar su neuronas en un intento de discernir el contenido del mensaje. Pero sin grandes rebuscamientos y de un modo instantáneo.
En publicidad, la ilustración conceptual ofrece que el espectador se encuentre más tiempo enganchado con la imagen, lo que significa más tiempo vendiendo el producto o capturando el interés del lector.
Como ilustración de artículos y portadas de revistas, secciones de periódico en las que se analizan cuestiones o problemáticas de nuestro tiempo, permite al ilustrador-comunicador participar en estas publicaciones periódicas como entes culturales y sus derivados sociales.
El logro de estás imágenes no se hace al azar o de manera totalmente intuitiva. Como otro proyecto de diseño y comunicación visual se sigue una metodología de trabajo con ciertas constantes. En una sola imagen (como en trabajos para portadas) se tiene que sintetizar una cierta información, guardando sus diferencias, es similar al trabajo de un cartelista; de esta síntesis se llega al mensaje, concepto o idea. La ilustración puede ser más personal y puede tomar más conceptos y metáforas que den una comprensión instantánea y contundente como lo requiere un cartel.
Característica de este proceso de trabajo es la asociación de ideas y de imágenes utilizando la retórica visual.
El ilustrador es entonces libre de crear imágenes no encontradas en la realidad cotidiana. En fin, la ilustración conceptual como radiografía de quienes hacen al pensamiento visual su especialidad.
Alfredo Aguirre
Hace poco pase de curiosidad a un examen profesional en la ENAP y grande fue mi sorpresa al ver que mi texto fui citado en la tesis de Ivan Mosqueira (el alumno a examinar) y utilizado como introducción de su presentación. Tuve noticias por parte de uno de mis maestros, Jose Luis A. Heredia, de que otras dos tesis habían citado mi artículo para MATIZ. Así que en vista del "éxito " del texto y de que algo tenía que ha sido útil a la comunidad de la ENAP; decidí subirlo a la World Wide Web para que pueda ser leído en el cyberspace. A pesar de que tiene varios años que lo escribí, creo que maneja conceptos que aún son vigentes.
IMPACTANDO AL OJO Y DISPARANDO A LA MENTE
Como profesional de la Comunicación Gráfica colaborando en revistas, periódicos, libros y otros proyectos, siempre me ha gustado porqué mi gusto por la ilustración, cuál es mi punto de vista de ella y su relación con el diseño gráfico.
Durante mi formación académica en la universidad, sentí atracción por la ilustración como disciplina y sus roles en el universo gráfico que nos rodea, un buen motivo era la facilidad y el misterio que hallaba en el dibujo. El acto de dibujar a nivel mental implica un conocimiento y percepción del mundo y sus cosas., lo cual resulta sumamente interesante. Nuestro pensamiento puede tornarse intuitivo, concreto, espacial, holístico, sintético, divergente y analógico, cualidades que nos facilitan la percepción del diseño. El culpable es el hemisferio derecho del cerebro.
En cuanto a estilos, conocí primero el hiperrealismo, sus malabares técnicos impresionan a más de uno, pero navegando en mares más ricos e interesantes identifiqué a mi profesión como sinónimo de creatividad, diseño y comunicación. Estos son los ricos matices de nuestro quehacer profesional y que como seres humanos colman nuestra vocación.
Así que busque que mis ilustraciones tuvieran estos tres aspectos. El área editorial era un buen sitio para comenzar, ya que es muy receptiva a nuevos estilos o propuestas más abiertas a otros conceptos. La ilustración conceptual los resumía perfectamente.
Colaborando en revistas y periódicos tengo la oportunidad de crear, externar una opinión visual, inclusive utilizar una imagen en contrapunto al texto.
Además tengo que actuar como un comunicador auténtico: de nada sirve que una ilustración bonita y decorativa si no m e resuelve el problema de comunicación y no le proporciona una idea al lector. Hay ilustraciones muy bonitas, pero que no comunican.
La ilustración de ideas se basa en un ámbito totalmente comunicativo; su poder visual reside en atrapar el ojo del espectador y enseguida disparar su mente. La imagen debe de ser de tal naturaleza que haga provocar su neuronas en un intento de discernir el contenido del mensaje. Pero sin grandes rebuscamientos y de un modo instantáneo.
En publicidad, la ilustración conceptual ofrece que el espectador se encuentre más tiempo enganchado con la imagen, lo que significa más tiempo vendiendo el producto o capturando el interés del lector.
Como ilustración de artículos y portadas de revistas, secciones de periódico en las que se analizan cuestiones o problemáticas de nuestro tiempo, permite al ilustrador-comunicador participar en estas publicaciones periódicas como entes culturales y sus derivados sociales.
El logro de estás imágenes no se hace al azar o de manera totalmente intuitiva. Como otro proyecto de diseño y comunicación visual se sigue una metodología de trabajo con ciertas constantes. En una sola imagen (como en trabajos para portadas) se tiene que sintetizar una cierta información, guardando sus diferencias, es similar al trabajo de un cartelista; de esta síntesis se llega al mensaje, concepto o idea. La ilustración puede ser más personal y puede tomar más conceptos y metáforas que den una comprensión instantánea y contundente como lo requiere un cartel.
Característica de este proceso de trabajo es la asociación de ideas y de imágenes utilizando la retórica visual.
El ilustrador es entonces libre de crear imágenes no encontradas en la realidad cotidiana. En fin, la ilustración conceptual como radiografía de quienes hacen al pensamiento visual su especialidad.
Alfredo Aguirre
1 Comments:
ví tu web personal, muy buena ilustraciones, principalmente la de diseño de personajjes.
saludos!
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